¡Muy buenas!
Se dice que Dios inventó las arrugas para que nunca olvidemos dónde han estado nuestras sonrisas.
Gracias a Dios, son muchos los momentos buenos que vienen a mi mente, si pienso con una sonrisa en mi cara. El día que acepté a Jesús, mi boda, el nacimiento de mis hijas, tiempo y risas con grandes amigos, esquiando fuera de pista con Mikel 🤣…
Aunque os confieso que con una sonrisa también recuerdo momentos que en un principio parecían amargos pero que, vistos con lejanía, no lo son tanto.
Las palabras del salmista en el Salmo 94:19 afirman: “En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma”.
Ver lo insignificante que soy ante las adversidades, en comparación con el poder de Dios y cómo Él ha obrado en mi vida, me provoca una sonrisa. Me alegra ver, al igual que el salmista, cómo Dios no me ha abandonado nunca y como Él ha dirigido mi vida hasta el día de hoy.
Arrugas de mi cara que muestran el camino de Dios en mi vida en los momentos felices, pero también en los más duros.
¡¡Gracias Padre!! 💪 💪
¿Podrías recordar momentos que has sido feliz y en los que se ha formado una gran sonrisa en tu mejilla?
Salmo 94:19
Adaptado del whatsapp del 12 de noviembre de 2020.