¿¿Cómo estás??

Ya ha pasado una semana desde que comenzamos este tiempo de reflexión.

Hoy quería compartir contigo que al principio de la pandemia se comparó mucho el virus COVID-19 con el de la gripe. Uno de los aspectos que se comparó es la capacidad de contagio siendo el del COVID-19 más alto, como vemos en la gráfica, de ahí entre otros motivos el hecho de que tú y yo estuviésemos en casa tanto tiempo.

Esto me ha hecho pensar en el ritmo de propagación del Evangelio y en el papel que tú y yo tenemos para que muchas personas sean salvas.

Y no es difícil. Un grupo de 12 personas ha sido capaz en poco más de 2.000 años de llegar a ser 2.200 millones de cristianos (800 millones somos protestantes).

Y esto es posible por la obediencia y por la mano de Dios. Dios dejó una gran comisión a los apóstoles y ellos fueron obedientes. Esa comisión también es para nosotros.

Mateo 28:19 nos insta a “ir y hacer discípulos”. Nuestra obligación es presentar el Evangelio.

Dios desea que el Evangelio llegue a tod@s y de la misma manera que puedes ser un eslabón en la propagación del coronavirus (de ahí la importancia de permanecer en casa), también lo eres en la propagación del Evangelio.

Estando en casa, también hemos podido ser piezas claves ya que nuestras palabras, nuestro ejemplo y nuestro testimonio siguen siendo igual de válidos.

Seamos obedientes. Somos más importantes de lo que imaginamos para los planes de Dios. No desaprovechemos las oportunidades y seamos obedientes al mandato de Jesús.

A por un día +. 💪 💪

¿De qué manera(s) estás siendo un eslabón para propagar el Evangelio?

16 Los once discípulos fueron, pues, a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17 Allí encontraron a Jesús y le adoraron, aunque algunos todavía dudaban. 18 Jesús se acercó y les dijo:

— Dios me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. 19 Id, pues, y haced discípulos a los habitantes de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles a cumplir todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Mateo 28:16-20