¡Muy buenas!

¿No piensas que vives en una época de control? Control por parte de tus padres, control político y judicial en época de pandemia, control digital a través de tu
smartphone y PC, e incluso puedes llegar a pensar en un Dios controlador. Frente al aumento del control crece de manera exponencial nuestro deseo de libertad.

Hay muchas formas de entender la libertad, pero una sola es la verdadera libertad.

Juan 8:36 afirma “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”.

La libertad de la que habla el mundo es una libertad incompleta. La libertad real y verdadera es aquella que experimentamos cuando nuestra vida es depositada
en las manos de Dios y pedimos perdón por nuestros pecados. Así que acógete a la libertad que Dios te ofrece, consérvala, y como afirma Gálatas 5:1, “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres”.

¡¡¡Disfrútala!!! 💪 💪

¿Cómo entiendes la libertad que Dios nos da?

³¹ Dirigiéndose a los judíos que habían creído en él, dijo Jesús: — Si os mantenéis fieles a mi mensaje, seréis verdaderamente mis discípulos, ³² conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. ³³ Ellos le replicaron: — Nosotros somos descendientes de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie; ¿qué significa eso de que “seremos libres”? ³⁴ — Yo os aseguro —les contestó Jesús— que todo el que comete pecado es esclavo del pecado. ³⁵ Y el esclavo no forma parte de la familia de modo permanente; el hijo, por el contrario, es siempre miembro de la familia. ³⁶ Por eso, si el Hijo os da la libertad, seréis verdaderamente libres. ³⁷ Ya sé que sois descendientes de Abrahán. Sin embargo, queréis matarme porque mi mensaje no os entra en la cabeza. ³⁸ Yo hablo de lo que he contemplado estando con el Padre; vosotros, en cambio, hacéis lo que habéis aprendido de vuestro padre.