¡Buenos días! ¿¿Cómo estás?? Espero que muy bien 👍. ¡¡Cómo pasan las semanas… disfrutémoslas, sean las circunstancias que sean!!
Mientras que el COVID-19 convive con nosotros, hemos cambiado muchas de nuestras rutinas. Mis hijas han de llevar al colegio los libros de las materias del día porque no pueden dejar nada en las clases. Antes usaban mochilas con ruedas, pero les han recomendado que eviten su uso porque entorpecen el paso del profesorado y alumn@s en las aulas. El peso de cada mochila es más que importante. Alguna madre dice haberla pesado y son 9 kilos. Ver a niños y niñas entrar al colegio con ese peso da lástima y es que apenas pueden moverse.
A lo largo de nuestra vida vamos llenando “nuestra mochila” con pesadas cargas a causa de errores, conflictos, situaciones difíciles, que provocan que
llevemos un peso grande y nos veamos limitados a la hora de encarar los nuevos retos de la semana o simplemente, el día a día. Cuando les acompaño al
colegio, yo suelo llevar las mochilas de mis hijas para que sufran lo menos posible porque, afirmo, es un peso excesivo para ellas. Quizás pienses que el peso de esa mochila que llevas, y que la vida va llenando, es muy difícil de llevar. ¡¡¡Pues tengo una gran noticia!!! Dios puede hacerse cargo de tu mochila, puede llevártela para que tu carga sea ligera.
Mateo 11:28 nos dice “Venid a mí, todos los que estáis cargados y cansados, y yo os haré descansar”. Si te sientes cargad@, si te sientes cansad@, solo tienes que acudir a Dios. Es un ofrecimiento; depende solo de ti aceptarlo. ¡¡No desaproveches esta oportunidad!! 💪💪
¿Qué cargas quieres que Dios te lleve en el día de hoy?
Mateo 11:28-30
Adaptado del whatsapp del 26 de octubre de 2020.