Buenos días, ¿cómo vas?

En el año de pandemia teníamos previsto ir en familia a Grecia e Irlanda, pero la crisis del coronavirus nos lo impidió.

Nos gusta viajar. Antes de tener a Sara y Lucía recorrimos muchos países como Japón, Argentina, Cuba, Estados Unidos, Bali, Rusia, Egipto, México… y otros más de Europa. De los países que he visitado me quedo con Argentina, donde he visto las grandes maravillas de la naturaleza creadas por Dios como las cataratas de Iguazú o los glaciares, y con Japón, por el gran choque cultural que supone. Con las niñas hemos viajado por Europa ya que creemos que conocer otras culturas, abre la mente y ayuda a ser más solidario y respetuoso con el resto de las culturas. ¡Qué mejor que conocer para opinar…!

Ese año fue diferente, ni viajamos al extranjero ni tampoco por España. Podría haberme entristecido y pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor porque no
sabíamos si esa situación sería pasajera o no.

Pero me propuse no lamentarme porque hacerlo sería ignorante. Eclesiastés 7:10 lo expresa muy claramente: “Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría”. Así que, si añoras el pasado y piensas que cualquier otro tiempo fue mejor, quédate con lo siguiente: mejor es encender una vela que maldecir las tinieblas.

¡¡¡Vivamos el presente, miremos el futuro y pensemos con sabiduría!!! A por el día de hoy. 💪 💪

¿Qué cosas Dios te está dando en el día de hoy por las que le puedes dar gracias?

¹⁰ No te preguntes por qué cualquier tiempo pasado fue mejor,
pues esa no es pregunta de sabios. ¹¹ Mucho vale sabiduría con hacienda y aprovecha a todos los que viven; ¹² porque sabiduría y riqueza dan la misma sombra; la ventaja de la sabiduría es que da vida a sus dueños.