DÍA 71

¡Buenos días!

¿Hay personas que te sacan de quicio? ¿Te revienta ver en otras personas características que criticas sin piedad? Pues siento decirte que quizás esas personas se parezcan a ti o que esas sean las características que más odias de ti, consciente o inconscientemente…

Es pura psicología, así es como actuamos. Nuestro orgullo tiende a cubrir nuestros propios defectos proyectándolos sobre los demás. Y contra esta conducta que realizamos consciente o inconscientemente, Mateo 7:1-2 nos avisa: “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido”. Esto no se refiere a no condenar conductas contrarias a la Palabra, valorar si una y otra persona me conviene para mi vida, etc. Dios no quiere eliminar este tipo de discernimiento. Estos versículos nos instan a no juzgar sin amor, sin
reflexión, sin antes haber analizado el asunto en cuestión y ver si primeramente debía ser yo el que tenía que cambiar y no la otra persona.

Para que un juez emita un veredicto, antes ha habido un proceso de investigación y declaración para que se pueda conocer todo lo ocurrido. Dios conoce a cada persona, sus vivencias, sus circunstancias, sus pensamientos. Dejemos que sea Él quien juzgue la vida de las personas y centrémonos en nosotros, de los que realmente sí lo conocemos todo.

Seamos cautos, porque la Palabra de Dios es muy clara en esto. Buen día. 💪 💪

¿Cómo descansas en la justicia de Dios para con las otras personas?

LECTURA DEL DÍA

Mateo 7:1-5

Adaptado del whatsapp del 14 de octubre de 2020.