¿Cómo estás?

Habrás oído más de una vez que los árboles más fuertes son los que sufren en mayor medida el envite del viento porque provoca que las raíces sean más profundas como forma de protección.

Eso mismo pasa con nuestro carácter. Para nadie es plato de buen gusto pasar por dificultades que ponen a prueba nuestro carácter. Os confieso que yo he vivido duros momentos en los que he sufrido mucho pero ahora mismo, no cambiaría ese sufrimiento porque soy quien soy gracias a ello. No digo que no tenga que seguir cambiando aspectos de mi carácter, sino que esas pruebas me han hecho aprender y moldear más este carácter.

Job 5:6-7 dice: “Porque la aflicción no sale del polvo, ni la molestia brota de la tierra. Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción”. Es inevitable pasar por sufrimientos. Tú y yo los hemos pasado y los volveremos a pasar, pero lo importante es hacer lo que se recoge en los siguientes versículos de Job, “ciertamente yo buscaría a Dios, y encomendaría a Él mi causa, el cual hace cosas grandes e inescrutables, y maravillas sin número”.

Dios es omnisciente y todopoderoso, y en los momentos duros y difíciles, si depositas tu causa en Él, Dios va a hacer de esa situación una nueva oportunidad en tu vida, tu carácter, tu personalidad se verán beneficiados por su buen hacer.

Así que no lo dudes, y, sobre todo, ¡¡no desesperes en las tormentas!! 💪 💪

¿Cuáles han sido y son tus dificultades, y de qué manera Dios te está ayudando a forjar tu carácter?

1 Anda, grita, a ver quién te responde, ¿a qué santo vas ahora a recurrir?
2 Al necio lo mata el despecho, y al simple lo remata la envidia.
3 He visto a un necio echar raíces y de pronto hundirse su morada,
4 a sus hijos metidos en problemas, acosados en un juicio, sin defensa.
5 El hambriento devorará su cosecha —Dios se la quitará de entre los dientes— y el sediento beberá sus bienes.
6 Pues la desgracia no germina del polvo, ni brota de la tierra el sufrimiento;
7 nace para el dolor el ser humano como las chispas que se alzan volando.
8 Yo que tú apelaría a Dios, confiaría a Dios mi causa.
9 Él hace prodigios misteriosos, realiza maravillas sin cuento.